Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Castellón han desarticulado una red de trabajadores sin papeles que actuaba en Oropesa, con la detención de una persona como presunto captor de los empleados y de 60 extranjeros sin permiso de trabajo, acusados de infringir la Ley de Extranjería, según informaron ayer a este diario fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Fuentes de la Inspección de Trabajo explicaron que la operación policial se enmarca dentro de los controles periódicos realizados por las fuerzas de seguridad para localizar a los extranjeros empleados de forma ilegal.

En esta ocasión, los agentes identificaron a 300 personas que trabajaban en obras de Oropesa, y de las que 60 --empleadas en siete edificios en construcción-- fueron trasladadas a la comisaría para abrirles los correspondientes expedientes de expulsión por carecer de la documentación necesaria. Según fuentes policiales, estas personas, de origen ruso, ucraniano, brasileño y moldavo fueron presuntamente captadas por una persona de nacionalidad portuguesa, J. J. T. R., que desplazaba de forma ilegal a los trabajadores desde su país de origen hasta Oropesa, y que ha sido acusado de un delito contra el derecho de los trabajadores.

Las investigaciones comenzaron cuando los agentes comprobaron que los trabajadores desplazados no estaban dados de alta en la Seguridad Social y no tenían las autorizaciones pertinentes para trabajar. Los policías averiguaron que el detenido, presuntamente, realizaba las contrataciones mediante empresas interpuestas y cambiaba el nombre a las firmas a través de las que materializaba los contratos de una forma regular.