La provincia alberga, según fuentes policiales consultadas por Mediterráneo, "15 bandas organizadas que operarían a partir de unas redes de delincuencia que se dedican, principalmente, al tráfico de todo tipo de sustancias ilegales, fraudes y estafas, tráfico de seres humanos y delitos contra la propiedad: robos y hurtos". El 55% de las organizaciones con sede en Castellón "las forman españoles y extranjeros, y el 40% solo son foráneos". Cada vez son redes "más pequeñas, flexibles y adaptables", un hecho que complica su captura.