Las esperas y las colas fueron kilométricas en la carretera nacional 340, en una hora en la que numerosos vehículos se trasladan a la capital para acceder a sus puestos de trabajo.

La nacional-340, tanto en su entramado norte como en el sur desde la capital de la provincia, se ha convertido en un foco de accidentalidad continuo, sumando en lo que va de año, desde el pasado 1 de enero, 218 siniestros con víctimas. En ninguno de los dos accidentes de ayer tuvieron que lamentarse daños personales.