La Audiencia Provincial de Castellón desestima un recurso contra una sentencia del juzgado de lo penal 1 de Castellón que condena a Pablo T. a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad, por un delito de coacciones leves. En su fallo, el tribunal estima probado que envió mensajes de texto al móvil de su exnovia con el fin de amedrentarla y doblegar su voluntad y, de esta forma, conseguir que volviera con él. Ella había iniciado una relación con otra persona. El fallo estima probado que el 27 de junio del 2010 esta recibió un mensaje que le informaba de que tenía 47 llamadas perdidas del teléfono del acusado. Entre los mensajes de texto que recibió figuraban comentarios como “quien me la hace me la paga”, “andaros con ojo, aparecerá Pablo y paf, sorpresa”, “todo el que se arrime a mí lo mato”, “qué ganas tengo de que le lo lleven madre no lo sabes bien y a ti llorar de pena y yo de alegría” o “llevo un demonio dentro y hasta que no saque el fuego no voy a parar”; o insultos tales como “traicionera de mierda” o “hija de puta”. El juzgado de lo penal 1 de Castellón lo condenó a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad, prohibición de tenencia de armas de un año y un día y de acercarse a menos de 200 metros de cualquier lugar donde esté su exnovia y de comunicarse con ella durante dos años. H