La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal a nivel internacional dedicada a estafas masivas con tarjetas de crédito clonadas y blanqueo de capitales, que operaba pincipalmente desde Castellón. Un total de 30 personas han sido detenidas y otras dos están investigadas, todas ellas como supuestas integrantes de la macrorred.

Se estima que el montante defraudado supera los 1.400.000 euros, según han informado fuentes de la Benemérita.

La investigación de la denominada Operación Gravelinas se inició a principios del 2015 y los arrestos realizados tras ella se llevaron a cabo en Castellón, la Junquera (Girona), Torrejón de Ardoz (Madrid), Lleida, Tarragona y Barcelona. Todo comenzó a raíz de la denuncia interpuesta por un representante de una cadena de supermercados ante la Guardia Civil de Castellón, en la que alertaba de que dicha empresa era víctima de múltiples estafas por el método de phising bancario.

Este sistema consiste en la utilización de técnicas de ingeniería social para obtener información confidencial sobre nombres de usuario, contraseñas y otros detalles de tarjetas de crédito, haciéndose pasar los autores de la estafa por empresas o instituciones que solicitan dicha información.

Tras realizarse las primeras indagaciones, se pudo constatar la existencia de un grupo organizado de personas, cuyo principal centro de operaciones se asentaba en Castellón y cuyos cabecillas contaban con una alta cualificación en el campo de la tecnología financiera y los movimientos electrónicos de capitales.

Procedimientos de investigación patrimonial y societaria llevaron a la Guardia Civil a averiguar el modus operandi de la macrorred, así como a la identificación de las empresas de las que se servían para realizar las estafas. Los investigadores se dieron cuenta de que los presuntos autores estaban evolucionando en sus formas de actuar. Comenzaron a hacer cargos masivos de compras a tarjetas de crédito que conseguían a través de remesas clonadas, procedentes de Suecia, Corea del Sur, Colombia, Japón o Luxemburgo y adquiridas a través del llamado internet profundo. La Guardia Civil bloqueó 64 cuentas bancarias y ha detenido a una treintena de implicados.