Conmoción entre quienes fueran vecinos de Johana Andrea A.G., la mujer de 41 años que apareció muerta --con signos de estrangulamiento, según determinó la autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal de Castelló-- el pasado jueves en la zona del Clot de Burriana.
La víctima, de nacionalidad colombiana, vivió durante unos cuatro años en una casa de les Alqueries. Según quienes compartían bloque con ella, la fallecida, que tenía una hija, estaba de alquiler en un ático y residía junto a su pareja sentimental. A finales del pasado año los inquilinos abandonaron el inmueble y se mudaron.
«No puedo creerme que la chica que apareció muerta sea ella», decía una vecina a las puertas del domicilio en conversaciones con este diario. «Era una persona muy normal y amable. Recuerdo que tenía varios gatos y que, en una ocasión, fue testigo del robo que se produjo en otra casa de la finca. Vio a uno de los ladrones saltar por la azotea y lo puso en conocimiento de la comunidad. Yo hablé con ella por ese asunto y me he quedado muy impactada por la noticia de su asesinato», relató una de las vecinas, reconociendo el rostro de la víctima y lamentando su trágico final.
Otro vecino del bloque confirmaba la «intranquilidad» que existe entre las mujeres de la zona tras un suceso de estas características. «Es normal que haya miedo y que cree alarma la muerte violenta de una persona», sostuvo el hombre, quien recordaba a la mujer, aunque no tenía trato directo con ella.
La investigación se encuentra todavía muy abierta y en un punto incipiente. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil investiga el entorno de Johana Andrea A.G. y todavía no tiene claro el móvil del supuesto homicidio ni tampoco su autoría. Lo que sí desmienten los investigadores es que haya relación entre los dos casos de mujeres estranguladas en Valencia desde que comenzó el año y la muerte de Johana Andrea A.G.. En este sentido, inciden en que las referencias a la existencia de un asesino en serie son bulos y piden calma a la ciudadanía.
