Un hombre se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón para enfrentarse a una pena de 15 años de cárcel por la presunta violación a una joven discapacitada en Burriana hace ahora dos años. El procesado, que se encuentra en prisión provisional, solo respondió a las preguntas de su abogada y negó los cargos que se le imputan. Dijo que él y la denunciante eran novios y que el sexo entre ambos fue consentido.

Una versión muy distinta a la ofrecida por la víctima, que tiene reconocida una discapacidad psíquica del 69% por un retraso mental moderado y declaró protegida por un parabán. «Yo nunca había visto antes a un hombre desnudo. Fui a un colegio especial y me explicaron algo del sexo», comenzó a decir la perjudicada a los miembros del tribunal. La mujer, de unos 30 años, contó que ella y el acusado se habían visto «cuatro o cinco veces» e hizo referencia a un supuesto episodio de maltrato en el que él le dio varias patadas, hecho que también recoge el Ministerio Fiscal en su escrito.

En referencia a la presunta violación, la afectada aseveró que él le propuso ir a dar un paseo. «Me llevó a las afueras, a un descampado y me quitó la ropa. Él también se desnudo y se puso encima de mí en el suelo. Yo le dije que no quería, pero me violó», afirmó, a preguntas de la Fiscalía.

La chica declaró que el procesado se presentaba ante ella con un nombre que no era el suyo y que le decía ser de Teruel.

La madre de la víctima también fue citada como testigo. Muy afectada por lo sucedido, contó que su hija se marchó sin avisar el día de los hechos y que toda la familia se puso a buscarla, desesperadamente. «Ella no tiene móvil y usaba el mío. Vi unos mensajes raros con ese hombre y pensaba que se la iba a llevar a algún sitio y no volvería», relató ayer la madre, entre sollozos, en sede judicial. «Al final, llegó llorando a casa, me contó que la habían violado y nos fuimos directos al cuartel de la Guardia Civil», recordó.

En el juicio oral declararon dos guardias civiles que intervinieron en la investigación del caso y también el propietario de la casa de Benimámet (València) donde el procesado fue detenido.

El dictamen forense

En calidad de peritos comparecieron dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Castellón. Los doctores vieron creíble el relato de la denunciante, aunque en su exploración no hallaron lesiones a nivel genital ni rotura de himen reciente.

Preguntado por la capacidad de fabulación de la víctima, uno de los forenses dijo que el retraso mental que sufre no le permite fabular. Además, indicó que su discapacidad afecta a la posibilidad de dar consentimiento sexual.