El bebé de tan solo dos meses que permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Castellón con lesiones compatibles con el síndrome del niño zarandeado recibió ayer el alta. Sus padres, que fueron detenidos por la Policía Nacional como sospechosos de maltrato al menor, como publicó ayer en exclusiva Mediterráneo, han quedado en libertad con cargos tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 2 en funciones de guardia. Los progenitores, que tienen 27 y 29 años y son vecinos de Torreblanca, quedan investigados en una causa abierta por un delito de maltrato en el ámbito familiar que dirigirá en adelante en Juzgado de Instrucción 3 de la capital.

Según ha podido saber este diario de fuentes solventes, los padres del pequeño confesaron que el bebé empezó a convulsionar durante la noche anterior a su ingreso hospitalario, pero sin embargo la pareja tardó varias horas --unas diez aproximadamente-- en llevar al pequeño ante las asistencias médicas. Primero acudieron al centro de salud de Torreblanca y, posteriormente, fue desde allí donde lo trasladaron al Hospital General de Castellón en ambulancia al ver el alcance de sus lesiones. En la UCI pediátrica ha estado en exhaustiva observación durante casi una semana, con pronóstico estable, como ya apuntó ayer este periódico.

La tutela

Fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra, confirmaron a este diario que el niño herido está tutelado por la Generalitat Valenciana desde el momento en que el hospital castellonense dio la voz de alarma y se activó por parte de Sanitat el protocolo de actuación y protección del menor por riesgo sociosanitario. Al experimentar una mejoría y ser dado de alta, el niño fue trasladado ayer con una familia de acogida, según las mismas fuentes consultadas.

Un niño muerto en Gijón

Cabe recordar que hace escasos días un bebé de 23 meses moría en Gijón tras ingresar en el hospital con lesiones neurológicas, también compatibles con el síndrome del niño zarandeado. El novio de su madre acabó detenido por presunto maltrato, pero la jueza decretó la libertad al no hallar indicios incriminatorios. 

En estos casos, la gravedad depende de la intensidad con que sea sacudido el menor.