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juicio en la audiencia provincial de castellón

Una maltratada de Segorbe: «Me golpearon, maniataron y me quedé inconsciente en mi casa»

Dos hombres se enfrentan a 12 y 15 años por intentar asesinar a la víctima

Imagen de los procesados, custodiados ayer por policías nacionales. BIGNÉ

Una mujer de origen magrebí y vecina de Segorbe relató ayer en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia de Castellón cómo su expareja entró en su vivienda de madrugada, junto a otro hombre, para golpearla y maniatarla en mayo del 2020. «Yo estaba durmiendo y me taparon la boca. Me pegaron al lado del ojo y me desmayé. Cuando desperté, estaba maniatada», explicó la mujer entre lágrimas al tribunal.

La víctima dijo, tras un parabán, que los dos varones querían «quitársela de encima» y lamentó que tras lo ocurrido «nunca volveré a tener una vida normal porque tengo mucho miedo».

La Fiscalía pide 12 y 15 años de prisión para los dos hombres acusados, que están en prisión provisional desde su detención y estuvieron ayer custodiados por agentes de la Policía Nacional. El Ministerio Público los considera autores de los delitos de allanamiento de morada, detención ilegal, robo con violencia, tentativa de asesinato y quebrantamiento de condena en el caso del exnovio, que ya había sido sentenciado por delitos de violencia de género.

Los acusados

Ambos acusados negaron los hechos rotundamente durante su interrogatorio ayer. La expareja de la chica dijo no haber estado en la vivienda esa noche y acusó a la mujer de «querer destrozarme la vida». El hombre aseguró que era ella la que lo amenazaba a él con matarlo tras haber dejado la relación y que en una ocasión llegó a echarle azúcar en el depósito de gasolina de su vehículo.

Por su parte, el otro procesado aseveró que había venido a España «a trabajar» y no a pegarle a nadie. «Esa noche estaba con mi mujer y mi hija en casa», repitió el investigado, a quien la fiscal preguntó cómo era posible entonces que sus huellas hubieran aparecido en el domicilio de la mujer. El procesado no ofreció una respuesta sólida y, preguntado por la sospechosa aparición de unas bridas, dijo que su colocación había sido «una trampa».

Según la acusación de la Fiscalía, a la mujer le propinaron un puñetazo que la hizo perder el conocimiento, la amordazaron y le ataron pañuelos que le cubrían la boca y la nariz, lo que dificultaba su respiración. A continuación, le robaron el móvil y se marcharon del inmueble, quedando la afectada maniatada durante 22 horas. Después fue encontrada con el pulso débil y sin sentido. 

En el momento de los hechos, el principal acusado no podía acercarse a la víctima en virtud de una sentencia que le imponía la prohibición de aproximación a menos de 200 metros.

Está previsto que el juicio continúe durante dos jornadas más en la Audiencia Provincial.

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