Nuevo rescate acuático en Castellón en un verano más que complicado y que acumula ya siete fallecimientos de bañistas.

El SAMU ha asistido este jueves a una mujer semiahogada en una playa de Benicarló. Concretamente, el suceso se ha registrado a las 12.20 horas, cuando se ha solicitado la intervención del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) para asistir a una mujer a la que habían sacado del agua con dificultad respiratoria en la playa Morrongo de Benicarló.

El CICU ha movilizado una unidad del SAMU, cuyo equipo médico ha asistido a la bañista por síntomas de ahogamiento e hipertensión.

Posteriormente, la mujer, de 48 años, ha sido trasladada al Hospital Comarcal de Vinaròs para una asistencia en profundidad.

El último caso mortal se dio precisamente esta misma semana, concretamente en la playa de la Almadrava de Benicàssim el lunes por la noche.

Pero no solo el fin de las restricciones, de los aforos y la reapertura al turismo eleva este verano el número de usuarios en las playas; también lo hace la crisis de los precios que vive actualmente España. Con las clases medias acorraladas por la inflación, muchas familias han decidido este verano no salir viaje y optar por planes de ocio más económicos. Y, tal y como indicó ayer el director de la Escuela de Salvamento de la Comunitat Valenciana, Salvador Perelló, «no hay nada más barato que ir a pasar el día a la playa en familia, que sale gratis». El responsable recordó que la valenciana es una de las autonomías que se sitúa siempre en el top 3 de muertes por ahogamiento e incide en que este año hay una sensación entre la población de «recuperar el tiempo perdido» tras la pandemia del coronovarios. Un hecho, insistió Perelló, que hace tomar menos precauciones a la ciudadanía.

Piden una normativa clara

Desde la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunitat reivindicaron políticas preventivas para aumentar la seguridad en las playas. Destacaron que, aunque en el 2020 se aprobó por parte de la Generalitat valenciana un decreto de regulación de la seguridad humana y la coordinación de las emergencias ordinarias y de protección civil en playas de la Comunitat Valenciana ( 67/2020), la norma no establece el número de socorristas que debe haber en una cierta distancia ni los horarios en que deben prestar servicio. «Solo se declara la peligrosidad de una playa, pero que en realidad es un decreto vacío porque sigue dejando todas las decisiones sobre dotación y medios en manos de los ayuntamientos, que son los que deciden lo que quieren invertir y cómo dimensionar el servicio de salvamento», reprobó Perelló.