El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha confirmado la absolución de un joven de Burriana, acusado de abusar sexualmente de una chica en el interior de un baño portátil durante la celebración del Arenal Sound en agosto del 2019. El alto tribunal valenciano ha ratificado la sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón, adelantada por Mediterráneo el pasado mes de junio. 

La denunciante sostenía que él la había tocado en contra de su voluntad y había intentado que ella le hiciera una felación dentro de un baño portátil, sin embargo los magistrados de la Audiencia consideraron que la mujer y el procesado tontearon durante esa noche --de forma claramente perceptible para los testigos--, se llamaron varias veces por teléfono esa madrugada y que ella entró voluntariamente en el polly klyn «a sabiendas de las intenciones sexuales del acusado para con ella».

Una cuestión delicada

El tribunal castellonense incidió en que los hechos enjuiciados constituyen una cuestión «altamente delicada» y en la que no tienen el convencimiento necesario para considerar acreditado que el procesado actuara a sabiendas de la negativa de ella a tener sexo. «Más bien, entendemos que actuó en el error de considerar que contaba con su aquiescencia», determinaron.

En el recurso interpuesto, sin embargo, la Fiscalía incide en que la chica «no tenía ni voz ni voto en la relación sexual» y que «no puede justificarse una agresión sexual por circunstancias anteriores, como un flirteo mutuo». Sin embargo, el TSJCV considera que la sentencia de la Audiencia es «totalmente correcta» y señala que «ante la ausencia de falta de convicción en que existiese una negativa desde el principio del encuentro sexual entre el acusado y la denunciante, resulta lógico y coherente concluir un resultado absolutorio».

Como ya recogiera en su día este diario, la sentencia de la Audiencia Provincial declaró probado que el varón le hizo tocamientos a la chica en sus genitales y se bajó los pantalones, intentando que ella le hiciera una felación. Finalmente, la irrupción de una vigilante de seguridad en el baño hizo que el episodio concluyera y la chica denunciara.

La mujer declaró que, aunque se metió voluntariamente en el polly klyn, lo hizo para orinar y no porque quisiera tener sexo con el procesado. Así, afirmó: «Se bajó los pantalones y se empezó a masturbar. Me tapó la boca, quiso que yo le hiciera una felación y me cogió de la cabeza, además de ponerse delante de la puerta para que yo no pudiera salir. Tuve muchísimo miedo», aseveró la mujer, a preguntas de la fiscal. H