INFORME

Crímenes sin resolver en Castellón

La historia criminal de la provincia está plagada de casos sin respuesta, muchos de ellos en medio de una gran trascendencia mediática

Representan una proporción mínima de todos los crímenes que se han registrado en Castellón, pero hay casos que resisten a las habilidades y a los esfuerzos de los agentes y de los investigadores, y muchos años después de que hayan ocurrido todavía no se ha podido imputar a nadie. Los hay en los que hubo claros sospechosos pero las pruebas no eran concluyentes. Y hay otros en los que ni siquiera hubo indicios como para centrar la atención en una persona concreta. Veamos.

Vicente Bolos (1991)

El caso más antiguo sin resolver, el de Vicente Bolos, es un buen ejemplo de esto último. 28 años después de que fuera asesinado a tiros mientras circulaba con su vehículo junto a su mujer por Benicàssim, todavía no se conoce la identidad del conductor que apretó el gatillo cuando se cruzó con él.

No obstante, hay esperanza. En el 2014 se detuvo a dos personas por el asesinato de un tercero en el Eurosol de Benicàssim, acaecido en el año 2000, y fueron declarados culpables. La Justicia, en este caso, sí llegó.

Alicia Bueso (1995)

Lo que empezó como una actuación de los bomberos por un coche quemado en el camino Almalafa de Castelló finalizó como un macabro hallazgo: dentro estaba el cadáver de Alicia Bueso. Era el 17 de septiembre de 1995. La médico, de 29 años y nacida en Benicarló, se dirigía a su vivienda tras estar de guardia en el Hospital General, pero nunca llegó.

Más de 20 personas declararon en fase de instrucción, entre ellas sus compañeros del servicio de Neumología, pero nadie pudo dar alguna pista clave para encontrar al responsable.

Pilar Plaza (1995)

Pilar Plaza ejercía la prostitución en una vivienda de la calle Trinidad de Castelló y, a finales del mes de octubre de 1995, se encontró su cadáver. La manera en la que fue hallado el cuerpo no dejaba lugar a la duda de que se trataba de una muerte violenta.

La mujer, de 44 años, tenía una bola de papel en la boca, con lo que no podía chillar, y su cabeza estaba cubierta con una bolsa. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al inmueble del suceso avisados por conocidos de la víctima, a los que preocupaba el hecho de que no la veían hace días.

Las sospechas se dirigieron a Joaquín Ferrandiz Ventura, JFV, que en aquella época había cometido el asesinato de cinco mujeres. Sin embargo, nunca se pudo probar su participación en estos hechos. El citado caso fue archivado.

Manuel Culla (2005)

Manuel Culla era un conocido naturópata de 70 años al que encontró su hijo muerto en su vivienda de la calle Enmedio la mañana del 24 de agosto del 2003, atado de manos con una sábana y golpeado brutalmente en el rostro con un crucifijo de mármol. Además, lo habían asfixiado antes y le habían robado.

Casi tres años después, un mendigo apareció ahorcado en una casa abandonada de Logroño. Su ADN coincidía con el que fue encontrado bajo las uñas de Manuel Culla, pero los agentes no pudieron darle nombre a este sintecho.

'Catán' (2005)

En la madrugada del día 30 octubre del año 2005, el vecino del Grau de Castelló Vicente Salvador, Catán, que entonces tenía 39 años, se dirigía en coche a su domicilio por el camí Fondo acompañado por dos mujeres eslovacas. En ese momento, aunque no se sabe cómo ocurrió, se produjo un tiroteo en el que el hombre falleció y sus acompañantes resultaron heridas tras ser alcanzadas también por alguna bala.

La principal hipótesis que manejaron los investigadores es que la muerte fue ejecutada por un sicario. Pese a que se especuló con que el caso podría tener alguna conexión con una red de contrabando de hachís, no se pudo probar nada. El hecho de que sucediera de noche, que no hubiera testigo alguno y que no se hallara ninguna vaina fue determinante.

Asesinato en un prostíbulo (2011)

En la madrugada del 21 de abril del 2011, un ciudadano magrebí de 45 años apareció abatido a tiros frente a una casa de citas situada en el Camí la Plana del Grau de Castelló. La inspección del especialista en medicina legal concluyó que todos los disparos que recibió fueron mortales de necesidad, al impactar en órganos vitales. El arma del crimen no fue hallada y pese a que el prostíbulo tenía cámara, no se pudo obtener a partir de ella ninguna conclusión. Las investigaciones se centraron en dos personas, sin resultado alguno.

Dos bebés muertos, en Viver y Onda (2010 y 2018)

Durante la última década se han registrado dos casos de bebés que han aparecido muertos en la provincia, que no se han podido esclarecer.

En diciembre del 2010, un grupo de cazadores localizó en Viver el cadáver de un recién nacido metido en una bolsa, aún con el cordón umbilical. Al parecer llevaba 15 días en este lugar. En marzo del año pasado, unas trabajadoras de la planta Reciplasa, de Onda, detectaron un bulto sospechoso que resultó ser un bebé. Apareció en la zona de residuos comunes, por lo que no se sabe dónde fue tirado a la basura.