El juicio a una pareja del Grau de Castelló acusada de maltratar habitualmente a sus cinco hijos, presuntos delitos contra la integridad moral, exhibicionismo, exhibición de material pornográfico, lesiones y agresiones sexuales continuadas --este último solo a la madre por omisión-- se inició este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón a puerta cerrada.

Orientadora

La orientadora educativa y el equipo directivo del CEIP del Grau alertaron en repetidas ocasiones de la gravedad de la situación y el trato negligente que recibían los menores por parte de los progenitores. Es lo que aseguró la orientadora educativa del centro en el que estaban escolarizados dos de los hijos mayores, que en aquel entonces tenían entre 7 y 9 años, y que testificó este martes. «Es desesperante asistir a una situación en la que se alerta del peligro que corren los menores y la realidad es que a los 13 años la madre está en sede judicial y los niños, totalmente destrozados», señaló. Bajo su prisma, «el sistema de Servicios Sociales y judicial está fallando; desprotege a los menores y no se llevan a cabo actuaciones cuando desde el ámbito académico se comunica la desprotección, por lo que hacen falta protocolos más eficaces», manifestó. «Lo menos grave es que vinieran sin desayunar o mal vestidos», lamentaba.

Testimonios

Quince personas fueron llamadas a declarar, entre ellos miembros de Policía Local de Castelló, técnicos de Servicios Sociales, así como personal de la orientación educativa y vecinos. A los técnicos se les preguntó por los informes que emitieron entre los años 2005 y 2013 acerca de los menores.

El ambiente no era correcto

Una mujer que tenía amistad con la acusada aseguró que no había visto determinadas conductas que se les atribuyen, pero que el ambiente en el que crecieron los niños no era el correcto y que vieron cosas que no tenían que ver.

Ambos acusados fueron conducidos a la Ciudad de la Justicia desde la prisión. Ella había sido declarada en busca y captura tras no comparecer en el juicio, que había tenido que ser suspendido en repetidas ocasiones.

Graves incumplimientos

Según el escrito de fiscalía, la pareja, que vivió primero en Almassora y después en Castelló, estando en prisión en periodos alternos, no afrontó el menor cuidado de sus hijos, incumpliendo de forma grave y reiterada los deberes inherentes a la patria potestad. Hubo intentos fallidos de intervención por Servicios Sociales hasta que en noviembre del 2009, la dirección territorial declaró en situación de desamparo a los menores de diez, nueve, siete, cuatro y dos años asumiendo su tutela la dirección territorial de Castelló. 

Indicadores de riesgo

En los menores se apreciaron indicadores de riesgo derivados de la negligencia, como alimentación inadecuada, ropa no apropiada o en mal estado, delgadez, retraso en el desarrollo, dificultades en las relaciones, absentismo escolar, desescolarización, con absoluta falta de respuesta y colaboración de los progenitores, drogodependientes, con reiterado incumplimiento de los compromisos adquiridos en el plan de intervención familiar suscrito en 2006.

Absentismo

En dicho curso 2006/2007 precisamente el colegio al que acudían los hermanos mayores elaboró un protocolo de desprotección ante el alarmante comportamiento de una de las niñas, que ya con siete años comenzó a exteriorizar comportamientos sexuales inadecuados de forma generalizada en casa y en el colegio. Los menores permanecieron en situación de absentismo escolar durante 3 meses. Durante el curso 2008/2009 se realizaron 3 expedientes por este motivo.

Durante el curso siguiente, los niños acudían sucios al colegio, sin almuerzo, desaliñados, aspecto triste y cansado, desarrollo físico inadecuado, asunción de tareas impropias para su edad en el caso de la mayor, de 10 años, al tener que responsabilizarse de sus hermanos o realizar tareas de la casa que no tenía capacidad ni edad de asumir y eran delegadas en ella, ejerciendo la mendicidad. Todo ello en ausencia de colaboración de los padres.

Trato vejatorio

Según mantiene el Ministerio Fiscal, existían hacia los menores tratamientos de tipo vejatorio, inflingiendo en los niños malos tratos psicológicos y físicos.

Los procesados eran, según el mismos escrito provisional, consumidores de cocaína y heroína, con consumo diario. De hecho, los hijos de mayor edad se ocupaban de comprar droga para sus padres, habiéndola incluso probado.

Agresiones físicas

Tres de los hijos eran agredidos físicamente y con crueldad presuntamente por su madre de forma continuada, tirándoles del pelo, arrastrándoles por el suelo, golpeándoles incluso con palos, cinturones, hebillas, hierros, llegando en una ocasión a poner a uno de ellos un recipiente de cocina hirviendo en la zona genital, según el escrito del Ministerio Público.

Asimismo, la niña de diez años sufrió, presuntamente, agresiones sexuales por parte de un familiar y de una de las parejas de la madre, sin que la misma lo impidiera ni actuara al respecto.

Los menores presentan una gran interferencia en su salud mental y en el desarrollo de su personalidad, como serios problemas de relación y conducta que vienen precisando de una atención terapéutica continuada.

El fiscal pide la condena de los padres, con agravante de parentesco. Además de la prisión, solicita una orden de alejamiento y que los padres indemnicen a los niños con 500.000 euros.