El cadáver hallado en Benicàssim es de un hombre que llevaba varios meses en el mar
El cuerpo carece de piernas y brazos por la acción de la fauna marina
El cadáver que apareció hace ahora una semana en la playa del Heliópolis de Benicàssim, en avanzado estado de descomposición, sigue sin poder ser identificado. Según ha podido saber este diario, el cuerpo sin vida pertenece a un varón y, según el examen forense, llevaba en el agua varios meses.
Además, según ha podido saber Mediterráneo, el cadáver apareció sin extremidades, a causa de la acción de la fauna marina y del mar, por lo que las huellas dactilares tampoco son una opción.
No ha podido determinarse la raza del fallecido ni su color de piel, por lo que la identidad es por el momento una incógnita.
Encuentran un cadáver flotando en estado de descomposición en la costa de Benicàssim
Los investigadores barajan la posibilidad de que el cuerpo pertenezca a un inmigrante irregular y que acabara en el mar tras caer de una patera, siendo arrastrado posteriormente hasta la costa de Castellón. Sin embargo, se trata solo una mera posibilidad, pues no puede descartarse que sea la víctima de una muerte violenta.
Las posibilidades de encontrar el cadáver de una persona ahogada quedan a merced de las corrientes marinas, que pueden llegar a arrastrar los cuerpos a cientos de kilómetros de distancia del lugar de la muerte.
La tabla Devergie, de uso forensse, recoge los su cambios morfológicos que registra un cadáver con el paso del tiempo en función de si es verano o invierno. La misma detalla cómo un período de cinco a ocho horas dentro del agua en verano equivale en invierno a otro de entre tres y cinco días.
Lilia, la bebé encontrada muerta en una playa de Tarragona, viajaba en una patera con destino Alicante
Hallazgo en Tarragona
Hace tan solo dos meses, el pasado mes de junio y a una distancia de unos 170 kilómetros, un hallazgo casi idéntico tuvo lugar en Tarragona. Un socorrista avisó a la Guardia Civil tras avistar un cuerpo en el agua, que resultó estar también en estado de descomposición. Al mismo le faltaban, como en el caso de Benicàssim, ambas piernas y los dos brazos.
Un mes después, los resultados de la autopsia identificaron los restos humanos como los de Ángela, la mujer que había desaparecido en Ullastrell (Barcelona), en las lluvias del pasado 13 de junio. «El ADN del cadáver coincide en línea materna con las muestras recogidas por parte de los Mossos d’Esquadra a los familiares de la desaparecida en Ullastrell, por lo que se ha concluido sin lugar a dudas que los restos son de la desaparecida», dijo la Benemérita entonces en un comunicado.
En el caso de Tarragona se daba la circunstancia de que había una persona desaparecida --además, en un escenario de lluvias torrenciales recientes--, por lo que familiares de esta, aportaron una muestra de ADN para poder cotejarla con el cuerpo hallado en la playa 15 días después.
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