BALONCESTO

La historia de Viny Okouo (Amics), el jugador que empezó a jugar a baloncesto haciendo mates

El pívot congoleño de 214 centímetros, a pesar de que solamente ha disputado cinco partidos con el Amics, ya ha dejado su huella

Se salió en la importante victoria en Cáceres: 43 de valoración, gracias a sus 33 puntos, 11 rebotes, un tapón y dos faltas recibidas

La historia de Viny Okouo (Amics), el mejor jugador de la última jornada

La historia de Viny Okouo (Amics), el mejor jugador de la última jornada / AMICS CASTELLÓ / PASCUAL CÁNDIDO

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Llegó hace poco más de un mes a Castelló, pero Viny Okouo (26 años) ha demostrado ser ya uno de los mejores jugadores de la LEB Oro: de hecho, viene de firmar la tercera mejor valoración de la temporada en la categoría (43). El Amics se aferra a los 214 centímetros de este singular pívot congoleño para escalar posiciones y huir del descenso.

De 'rebote'

¿Quién en Okouo? Pues empezó de rebote en el baloncesto, ya que practicaba judo y boxeo... hasta que un amigo de su padre le convenció para que fuera a un campus de Serge Ibaka, lo que le podría abrir la puertas de Europa. «Fui y no sabía nada, ni botar: solo hacía mates», reconocía hace unos años en una entrevista.

Pues sí, el baloncesto le cambió la vida. Le llegó una beca para ir a Málaga con 15 años, pero en cuanto su padre tuvo que regresar a Congo, se derrumbó al no hablar español (ahora, más de una década después, lo domina).

Las cosas no mejoraban e, incluso, lo bajaron al filial del Unicaja Málaga, en LEB Plata. Ahí se puso las pilas, hasta el punto de que contactó con él la prestigiosa Universidad de Duke, con el mítico Mike Krzyzewski a los mandos (también era el seleccionador de Estados Unidos). Con todo, el club costasoleño le retuvo, al ofrecerle un estatus profesional.

Okouo, admitió posteriormente, no lo encajó bien: «Me volví loco: firmé el contrato y me compraba cosas marcas, de cara». El padre intervino de nuevo para obligarle a que enviara dinero a casa.

Nuevo punto y aparte

Después de tres años en Málaga, tuvo una primera experiencia en el Kedainiai Nevezis de Lituania (equipo del que llegó al Amics, hace cinco semanas), aunque regresó a España para volver a tener (pocos) minutos en la ACB (Gipuzkoa, Obradoiro y Fuenlabrada). Debía dar un nuevo giro a su carrera y dio ese paso cuando, de nuevo, dejó Lituania.

Estaba en Madrid, en casa del agente Víctor Belinchón, que fue quien contactó con Juan Antonio Orenga, necesitado de un pívot poderoso por los problemas sufridos en la pintura durante toda la temporada: «Tenía más ofertas, pero el míster me convenció diciéndome que tendría muchos minutos y sería un jugador importante». Lo ha demostrado en cinco partidos, donde roza los 25 minutos y los 14 puntos de promedio para una valoración de 17,2.

La química del vestuario

«Aunque llevo solo un mes aquí, estoy muy a gusto: noto la química del entrenador y de los jugadores como si llevara desde el principio de la temporada», incide. Así, aunque su vínculo con los castellonenses acaba al final de la campaña, no le importaría seguir... con el trabajo hecho: la permanencia.

Okouo habla ahora un tono reposado. «Ya pasó todo», dice sobre esa vida anterior: «Voy a cumplir 27 años y tengo que centrarme, no hacer más tonterías».