Arqueología / Biología

Un ladrillo de hace tres milenios se convierte en una cápsula del tiempo gracias al ADN antiguo

A partir de la secuenciación del ADN extraído del ladrillo, los investigadores identificaron 34 grupos taxonómicos distintos de plantas que existieron en ese tiempo

El ladrillo de arcilla analizado por los investigadores.

El ladrillo de arcilla analizado por los investigadores. / Créditos: Arnold Mikkelsen/Jens Lauridsen.

Pablo Javier Piacente

Los investigadores han logrado extraer ADN antiguo de un ladrillo de arcilla de 2.900 años de antigüedad en el norte de Irak, revelando una verdadera "cápsula del tiempo" que aporta precisiones sobre la vida vegetal de ese tiempo. El hallazgo demuestra que estos bloques de construcción de épocas pasadas podrían usarse para catalogar la flora presente en los ambientes antiguos, en este caso casi tres milenios atrás.

Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, el Museo Nacional de Dinamarca y la Universidad de Copenhague, también en Dinamarca, ha concretado la primera extracción exitosa de ADN antiguo de un ladrillo de arcilla de 2.900 años de antigüedad, recuperado de una zona arqueológica en el actual norte de Irak. En un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Scientific Reports, los científicos muestran cómo la secuenciación de ese ADN antiguo les permitió extraer datos cruciales sobre la vida vegetal de ese momento y lugar.

De acuerdo a una nota de prensa, los hallazgos proporcionan una visión fascinante de la diversidad de especies de plantas cultivadas hace casi tres milenios en esa parte del planeta, y podría abrir el camino a estudios similares sobre material arcilloso de diferentes sitios y períodos de tiempo. En concreto, cualquier resto o elemento de construcción podría utilizarse para revelar datos ocultos sobre el pasado.

El ADN antiguo: una forma única de recuperar el pasado

El reciente desarrollo y la constante optimización de técnicas para secuenciar ADN antiguo ha proporcionado información valiosa sobre las civilizaciones que nos precedieron, pero quizás aún no se ha aprovechado todo el potencial de estos métodos. Teniendo en cuenta esto, el equipo conducido por el científico Troels Pank Arbøl extrajo ADN antiguo de una superficie de fractura recientemente expuesta de un ladrillo de arcilla, procedente del palacio del rey Ashurnasirpal II (883–859 a. C.), ubicado en Nimrud, Irak.

La secuenciación permitió identificar 34 grupos taxonómicos únicos de plantas, mostrando un panorama completo de la vida vegetal Las familias de plantas con las secuencias más abundantes fueron Brassicaceae (repollo) y Ericaceae (brezo). Los especialistas también hallaron una importante presencia de Betulaceae (abedul), Lauraceae (laureles), Selineae (umbelificadores) y Triticeae (pastos cultivados).

Los datos obtenidos permitieron a los investigadores comparar sus hallazgos con registros botánicos modernos de Irak, así como con descripciones de plantas antiguas asirias. El conocimiento detallado del pasado que aporta el ADN antiguo es revolucionario para múltiples especialidades científicas: en el caso de las ciencias de la vida, hace posible descubrir la evolución de las especies con una precisión que algunas décadas atrás parecía imposible.

Un ladrillo como cápsula temporal que informa sobre la biodiversidad

De acuerdo a los estudios realizados, el ladrillo habría estado confeccionado principalmente por barro recogido cerca del río Tigris, mezclado con otros materiales como paja o estiércol de animales. La forma se habría obtenido en un molde, antes de realizar inscripciones con escritura cuneiforme. Según los científicos, como el ladrillo no se quemó y en cambio se dejó secar de manera natural, el material genético atrapado dentro de la arcilla se preservó mucho mejor.

“La inscripción en el ladrillo nos permitió relacionarlo con un período de tiempo relativamente específico en una región particular, lo que significa que el ladrillo sirve como una cápsula temporal de información de biodiversidad sobre un solo sitio y sus alrededores. En este caso, proporciona a los investigadores un acceso único a los antiguos asirios", concluyó el Dr. Troels Arbøll en el comunicado.

Referencia

Revealing the secrets of a 2900-year-old clay brick, discovering a time capsule of ancient DNA. Troels Pank Arbøll et al. Scientific Reports (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-023-38191-w