Ciencia atmosférica

Un sensor espacial detecta las principales zonas terrestres de emisiones contaminantes

En los primeros análisis destacan Turkmenistán como emisor de metano, y la región china de Xinjiang y el sur de Uzbekistán como emisores de CO2

Nubes de metano sobre Turkmenistán.

Nubes de metano sobre Turkmenistán. / NASA/JPL Caltech

Redacción T21

Un sensor especial instalado a bordo de la Estación Espacial Internacional está localizando con una precisión inédita las fuentes regionales de gases de efecto invernadero. Los 30 primeros días de observaciones, que no abarcan toda la superficie terrestre, arrojan resultados sorprendentes.

El metano y el dióxido de carbono (CO2) se encuentran entre las principales causas del calentamiento global. Un sensor de alta precisión instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS) permite ahora localizar con mayor precisión que nunca las fuentes de gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima. Un análisis inicial de los mayores “culpables del clima” revela sorpresas, revela la NASA.

Los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), son los principales responsables del calentamiento global y el cambio climático. Estos gases se emiten por diversas actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la agricultura, la ganadería y la gestión de residuos.

Sin embargo, no todas las fuentes de emisión son iguales ni tienen el mismo impacto en el clima. Por eso, la NASA se ha propuesto identificar y cuantificar las fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, para poder diseñar estrategias de mitigación y adaptación eficaces.

Nueva misión

Para conseguirlo, la NASA ha lanzado una nueva misión, llamada EMIT (Earth Surface Mineral Dust Source Investigation), que tiene como objetivo mapear la composición mineral de las regiones áridas de la Tierra, que son las principales fuentes de polvo mineral en la atmósfera.

EMIT es un espectrómetro de imágenes, una tecnología inventada por la NASA, que mide la luz en longitudes de onda visibles e infrarrojas. Al analizar el espectro de la luz reflejada por la superficie terrestre, EMIT puede determinar la composición mineral de las zonas que emiten polvo.

Dado que no sólo el polvo mineral, sino también los gases de efecto invernadero presentes en el aire influyen en el espectro luminoso, los investigadores pueden utilizar el sensor para detectar depósitos de metano y CO2, entre otras cosas.

EMIT se ha instalado en la Estación Espacial Internacional (ISS), desde donde puede observar una amplia franja de la Tierra con una resolución de 30 metros. EMIT ha comenzado a operar en julio de 2022 y los resultados de los primeros 30 días de observaciones, que no abarcan toda la superficie terrestre, se publican ahora en la revista Science Advances.

Primeros resultados

EMIT ha revelado que algunas regiones del mundo emiten cantidades especialmente grandes de gases de efecto invernadero, lo que las convierte en puntos críticos para el clima.

Por ejemplo, ha encontrado que Turkmenistán, en Asia Central, emite más metano que cualquier otro país, debido a sus enormes reservas de gas natural y a sus prácticas de quema de gas.

Según EMIT, Turkmenistán emite un número desproporcionado de fuentes de metano para su tamaño: con emisiones de entre 730 y 840 toneladas de metano por hora, el país está muy por delante de Kazajstán, que ocupa el segundo lugar en la región (alrededor de 210 toneladas de metano por hora) e Irán (alrededor de 90 a 140 toneladas de metano por hora).

EMIT también ha descubierto que la región autónoma de Xinjiang, situada al noroeste de China, emite mucho CO2, debido a su intensa actividad minera e industrial: entre 3.500 y 4.050 toneladas de CO2 por hora en una sola central eléctrica. Esta es la mayor fuente de CO2 que registró el sensor en sus primeros treinta días de uso.

Asimismo, EMIT ha detectado que el sur de Uzbekistán (también en Asia Central) emite tanto metano como CO2, debido a sus cultivos de algodón y a sus pozos de gas. Según EMIT, el sur de Uzbekistán emite 22,559 kilogramos de metano por hora.

Datos disponibles

EMIT es una misión pionera que demuestra el potencial de la espectroscopía de imágenes para estudiar el ciclo del carbono y el clima de la Tierra, según la NASA. Los datos de EMIT están a disposición de la comunidad científica y de los gestores ambientales, para que puedan utilizarlos y mejorar los modelos climáticos, las estimaciones de las emisiones globales y regionales, y las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático.

Referencia

Attribution of individual methane and carbon dioxide emission sources using EMIT observations from space. Andrew K. Thorpe et al. Science Advances, 17 Nov 2023, Vol 9, Issue 46. DOI:0.1126/sciadv.adh2391