Arqueología

Revelado el “piercing” del Neolítico

Es la evidencia más antigua de perforaciones realizadas en los labios: los objetos utilizados fueron confeccionados hace 12.000 años

Ilustración del uso hipotético de los adornos en Boncuklu Tarla.

Ilustración del uso hipotético de los adornos en Boncuklu Tarla. / Créditos: Kodas et al., Antiquity, 2024.

Pablo Javier Piacente

Los arqueólogos han descubierto una colección de artefactos decorativos con forma de tachuelas, que podrían utilizarse en las modernas perforaciones de labios. Identificados en las tumbas de un asentamiento neolítico en el sureste de Turquía, representan los primeros ejemplos convincentes de perforaciones corporales voluntarias, como las que se realizan en la actualidad para la práctica del “piercing”.

Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Antiquity, liderado por el arqueólogo Ergül Kodaş, de la Universidad Mardin Artuklu, en Turquía, da cuenta del hallazgo de una serie de objetos decorativos en tumbas ubicadas en el sitio Boncuklu Tarla, en Anatolia Suroriental, que datan del neolítico y serían la evidencia más antigua identificada hasta hoy de perforaciones corporales.

El ejemplo más claro y lejano en el tiempo

Aunque prácticas similares al “piercing” actual forman parte de las tradiciones de numerosas tribus de Asia, África y América, hasta el momento la prueba más antigua del uso de objetos para introducir en perforaciones corporales con fines estéticos, simbólicos o culturales data de alrededor del año 6.000 a. C., en el suroeste de Asia. Sin embargo, en ese hallazgo previo los objetos no pudieron ser directamente relacionados con las partes del cuerpo en las que fueron utilizados.

Ahora, la nueva investigación no solo constituye una evidencia más antigua, sino que además ha logrado precisar que los accesorios eran utilizados en labios y orejas. De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, el sitio turco de Boncuklu Tarla es famoso por su excepcional colección de diversos adornos personales: se han identificado en ese lugar más de 100.000 artefactos decorativos, desde que se excavó por primera vez en 2012.

El registro arqueológico presenta una gran cantidad de evidencias de colgantes, collares y amuletos que se han empleado durante la Edad de Hielo y la Edad de Piedra, pero como habitualmente la piel y otros tejidos carnosos no sobreviven al paso del tiempo, es muy complejo determinar si un objeto se utilizó o no como parte de una perforación corporal. De esta forma, el descubrimiento concretado en Turquía adquiere una mayor relevancia.

En este caso, algunos de los adornos recién descubiertos se mantuvieron alojados en su posición en la superficie superior o inferior del cráneo o debajo de la mandíbula inferior, según informaron los investigadores en el estudio. "Estos artefactos ofrecen una ventana única al uso de adornos de perforación corporal por parte de los habitantes de las primeras comunidades sedentarias", indicaron Kodaş y sus colegas en el artículo científico.

Esta variedad de artefactos antiguos se habría utilizado para perforaciones en los labios.

Esta variedad de artefactos antiguos se habría utilizado para perforaciones en los labios. / Créditos: Kodas et al., Antiquity, 2024.

Un indicador de estatus

Según la datación realizada, las piezas fueron creadas alrededor del año 10.000 a. C., o sea que cuentan con unos 12.000 años de antigüedad, transformándose en el ejemplo más concluyente y antiguo hasta la fecha de esta clase de prácticas. Además, las mandíbulas de algunos individuos también mostraban signos de desgaste en la parte frontal, algo que está ligado al uso de un perno de espalda plana llamado labret, relacionado con la colocación de un “piercing” debajo del labio inferior.

Las perforaciones tenían que ver probablemente “con el hecho de convertirse en adulto, quizás como una muestra de una especie de estatus social asociado con la edad o un papel particular en la sociedad", indicó a la CNN la arqueóloga Emma Baysal, otra de las autoras del estudio, según indica Science Alert.

Hasta el momento, las investigaciones anteriores sugerían que la práctica del “piercing” surgió aproximadamente en el año 6.400 a. C. en el actual Irán, y se extendió por Mesopotamia. De acuerdo a esta línea de investigación, la costumbre apareció más tarde en otras sociedades de África, Centro y Sudamérica. Los nuevos descubrimientos obligarán a revisar estas hipótesis, buscando revelar el origen real de las perforaciones corporales.

Referencia

Bodily boundaries transgressed: corporal alteration through ornamentation in the Pre-Pottery Neolithic at Boncuklu Tarla, Türkiye. Ergül Kodaş, Emma L Baysal and Kazım Özkan. Antiquity (2024). DOI:https://doi.org/10.15184/aqy.2024.28