Carlet ofrece un mundo por descubrir. Situada en la ribera del río Magro y ubicada estratégicamente en la comarca, es un nexo de comunicación que une las comarcas centrales con la capital. La ciudad atesora en sus calles y en sus gentes pequeños detalles que la convierten en un lugar atractivo para los amantes de la naturaleza, las tradiciones y la historia.

Sus calles y su historia son origen de anécdotas y curiosos detalles que la convierten en una pequeña joya de la comarca de la Ribera Alta. En su centro urbano aún se conserva la casa de Amparito Roca, la mujer carletina que inspiró nuestro pasodoble valenciano más internacional, compuesto por el maestro Teixidor.

Lugares como la ermita de Sant Bernat nos trasladan a la historia de nuestros antepasados. Situada en la partida de Pintarrafes, que significa “casa de los hijos del señor”, la ermita fue construida en el lugar de nacimiento de Sant Bernat, Maria y Gràcia, donde antiguamente estaba el palacio de los padres musulmanes de los mártires y patronos de la población. La investigación histórica ha puesto en valor este ermitorio del siglo XVIII con su planta heptagonal en el exterior y circular en el interior, que la convierte en una rara avis.

Además de la ermita, el patrimonio arquitectónico y artístico de Carlet está ligado al arquitecto Francisco Mora Berenguer, diseñador de diversos edificios municipales como el parque escolar o la estación, todos ellos dotados de una bella factura modernista. Especial interés tiene el parque escolar, que cuenta con una reproducción a escala y en relieve del mapa de la península ibérica de proporciones gigantescas.

Coca saginosa carletina

Uno de los atractivos de la ciudad es su cultura gastronómica ligada a la tradición valenciana, con platos como la paella o la ‘sardinà’, y a su agricultura, como ciudad productora del caqui. En este aspecto, la coca saginosa carletina es su producto más destacado. Los ingredientes de la coca de sagí son harina, huevo, azúcar y, también, manteca de cerdo (el sagí). Es la manera de hacerla, la forma y el momento de integrar los ingredientes aquello que identifica el origen propio de este dulce.

Este es el secreto mejor guardado de los panaderos que hace que, incluso dentro de la especialidad, cada uno obtenga una coca característica del horno que la hace y que tenga sus clientes más fieles. Tradicionalmente, en Carlet la coca de sagí ha sido un dulce típico de Pascua que los vecinos compran junto con la mona, a pesar de que ahora es un dulce del cual se puede disfrutar durante todo el año y que es el eje central de la Feria de la Coca Saginosa Carletina, que se celebra desde 2017 en el mes de octubre.

La coca saginosa carletina es el producto más destacado en Carlet. ED