Un año más disfrutamos de la paella de pato, ese delicioso manjar que nos llena nuestras almas de alegría. Esto fue el día de la Mare de Déu de Agosto. Nos reunimos todos en casa de Ripo y Paca, cerca de la Marjaleria, y lo cierto es que nos lo pasamos muy bien. En verano, es difícil experimentar lo contrario, la verdad. Veremos el próximo año.