Caminar por la playa no es tan bueno como pensabas, y estas son las razones

Aunque es un ejercicio beneficioso para la salud, es mejor hacerlo en otros lugares

Los paseos por la playa pueden no ser tan recomendables en ciertas situaciones.

Los paseos por la playa pueden no ser tan recomendables en ciertas situaciones.

C. Jiménez

Aunque caminar por la orilla de la playa es algo que disfrutamos habitualmente, no es tan recomendable como podríamos pensar en un primer momento. Si bien es agradable sentir la arena y el agua rozándonos los pies, puede que no tengas ganas de hacerlo después de conocer sus inconvenientes.

Aunque caminar es una actividad muy beneficiosa para la salud, estos son los motivos por los que no deberías hacerlo en la orilla del mar.

Consecuencias de caminar en la playa

En primer lugar, la arena, a diferencia de la calzada, es una superficie irregular. Esto puede provocar dificultades a quienes tengan problemas de equilibrio o piernas débiles, por lo que puede hacer que el paseo se vuelva una práctica algo peligrosa, pudiendo provocar torceduras o caídas. También hay que considerar que la arena es una superficie blanda, por lo que requiere más esfuerzo físico, por lo que puede ser un ejercicio demasiado intenso para eprsonas que no estén habituadas al ejercicio físico.

Es esencial tomar precauciones antes de pasear en la playa. Uno de los principales motivos, es que si no utilizamos crema solar antes del paseo, podemos quemarnos la piel, que a la larga puede provocar otros problemas. Además, caminar a las altas temperaturas de la costa podría provocar la deshidratación. Es por eso que quizás sea recomendable llevar una botella de agua durante el trayecto. Y además de eso, las condiciones de la playa específica en la que nos encontremos también pueden variar y dificultarlo. En ocasiones nos podemos encontrar con mareas altas, viento, animales marinos, etc.