Guillermo de Holanda ha vivido unas horas intensas con motivo de su 50 aniversario. El monarca sopló las velas en la ciudad de Tilburg rodeado de su esposa, Máxima, y sus tres hijas, Amalia, Ariana y Alexia. La noche anterior, el rey concedió una entrevista televisada en la que tuvo un recuerdo de su hermano Friso (muerto en un accidente de esquí) que le hizo llorar.