El sector citrícola castellonense teme que la actual situación de sequía pueda provocar restricciones de riego en la épocas "más críticas" de cultivo, debido a la alta demanda de agua que tienen los árboles frutales y la ausencia de precipitaciones.

"Si no llueve podíamos quedarnos sin agua y tener que abandonar los cultivos", ha asegurado José Francisco Nebot, responsable de cítricos de La Unió de Llauradors i Ramaders de la Comunitat Valenciana.

El regadío en los campos de cítricos de Castellón se nutren de agua del río de Mijares y de los embalses del interior de esta provincia, aunque consideran que si sigue sin llover "los embalses se vaciarán" y ya no podrán emplear este agua en sus explotaciones agrícolas.