Japón intenta recuperarse del fuerte terremoto de magnitud 7,6 que sufrió el primer día del año. Las autoridades tratan, a contrarreloj, de rescatar a los desaparecidos mientras hacen recuento de los daños. Muchas carreteras están destrozadas y se siguen produciendo réplicas: al menos una treintena y se espera que sigan sucediéndose durante las próximas semanas. El número de fallecidos ya ha subido a 48.