Son imágenes de dron difundidas por el Ejército israelí. Vemos a la multitud rodeando desesperada a los camiones de ayuda humanitaria. Según Israel, casi todos los fallecidos lo han sido por estampidas o por atropello de conductores en estado de pánico. El Gobierno de Netanyahu sí reconoce que en uno de los vehículos asaltados sus soldados abrieron fuego. Dispararon hacia palestinos que, dicen, iban armados y suponían una amenaza. Habrían muerto diez de ellos. Hamás cifra en más de cien los fallecidos en total y en unos setecientos los heridos. Las playas donde se repartía la comida y los medicamentos de repente se convertían en morgues improvisadas, en depósitos de cadáveres. El hambre amenaza ya a medio millón de gazatíes, la cuarta parte de la población. Las imágenes de las últimas remesas de ayuda humanitaria son el vivo retrato de la desesperación. La tragedia supone un contratiempo en las negociaciones de paz. El presidente Biden ha reconocido ya que no cree que pueda alcanzarse un alto el fuego para el próximo lunes.