En algunas zonas de Madrid nunca antes había llovido tanto: 93 litros por metro cuadrado, récord histórico. Una tromba de agua que ha cortado por momentos arterias de comunicación básicas como la M40, provocando atascos interminables. Desplazarse bajo tierra también ha sido difícil por el corte de varias líneas de metro. El agua caía sobre los pasajeros, pero no solo hacia abajo, también hacia arriba, causado por la evaporación de las rejillas de ventilación. El río Manzanares está como hacía mucho tiempo que no se veía, ganando muchos metros en sus márgenes.