Desde el pasado 2 de febrero no está. Su desaparición fue calificada "inquietante" desde el primer momento. Ana María, la mujer de 40 años y con nacionalidad estadounidense y colombiana que se instaló hace pocos meses en Madrid tras pasar un difícil divorcio. Vivía en Miami, donde residen sus hermanos y su madre, y donde se casó con un ciudadano serbio, cogiendo su primer apellido, siendo el de soltera Henao.

Mientras la alerta sobre su desaparición se ha difundido internacionalmente, con su rostro estampado en múltiples carteles y en la red de cajeros automáticos Euronet, la ausencia de cualquier indicio o dato que aliente a la esperanza acrecienta el desconsuelo.