Mercedes Fortuño, una de las numerosas vecinas afectadas por la próxima apertura de un establecimiento pirotécnico debajo de su bloque de pisos, manifestó ayer a Mediterráneo que todavía están a la espera de que la subdelegación de Gobierno de Castellón conteste sobre los kilogramos de explosivos que permitirá almacenar en esta tienda.

"El máximo permitido son 50 kilos, pero el dueño del local nos dijo que tendría dentro un máximo de 12 y más tarde bajo a tres kilos. Queremos que haya lo mínimo para que no pase nada si un día por desgracia ocurre un problema", subrayó. Así, esta vecina puntualizó que lo ideal sería que hubiera un almacén fuera del casco urbano donde almacenara los explosivos y no dentro de la tienda.

José García, otro vecino afectado, explicó en Onda Cero que el alcalde de Vila-real, Manuel Vilanova, les ha prometido que en el caso de ganar las elecciones, cambiará en el Plan General de Ordenación Urbana para que no se puedan dar licencias de actividad a establecimientos pirotécnicos dentro del casco urbano junto a zonas residenciales. "Sin embargo, con el actual PGOU nos explicó que no podía denegar la apertura", comentó.

Cabe recordar, que el barrio se solidarizó con los residentes en el bloque de pisos junto a la tienda pirotécnica y el mes pasado realzaron manifestaciones oponiéndose a su apertura y colgaron pancartas, que aún hoy cuelgan de los balcones.