En ocasiones, los políticos, con aquello de que tienen mejor información que los ciudadanos de a pie, nos desconciertan con sus comentarios o sus contestaciones en las entrevistas. Un político dice una cosa y el lector o el oyente se queda perplejo y se pregunta el qué o el porqué de aquello.

Y esto justamente lo que me ha pasado ante unas declaraciones de Ramón Tomás Céspedes. Hace unos días, y en el contexto de ese misterio de la falta de ayuda a la feria navideña de Nadalandia, el amigo Tomás, refiriéndose al portavoz del PSOE José Benlloch, decía textualmente "lo que de verdad sí me preocupa, es que Benlloch no dure mucho tiempo como portavoz de la oposición".

Confieso que me quedé pensativo y preocupado. No acierto a desentrañar lo que quiso decir Tomás con ese "duré poco como portavoz...". Con eso de ser teniente de alcalde y vicepresidente de la Diputación sabe muchas cosas que el pueblo llano no sabemos. ¿Quiere decir con la enigmática frase que el amigo Benlloch se va a morir? Que yo sepa, Benlloch está repleto de salud y no deseo que la salud le abandone. ¿Se prepara algún movimiento sísmico dentro del socialismo local que va a triturar a su portavoz? Deseo que no sea así.

Un político joven y con ganas, merece que se le de tiempo para madurar y acreditarse. ¿Se está gestando otro cisma político dentro del socialismo local? En fin, que no sé lo que quiso decir Tomás.

La vida política local no necesita de ningún movimiento sísmico que la perturbe, y ni al peor enemigo se le ha de desear alguna mala ventura en cuanto a salud. Así, deseo salud física para Benlloch y salud política para el socialismo local.