El Ayuntamiento de Vila-real firmará un convenio con los propietarios de las naves originarias de la empresa Azuvi, situadas junto a la avenida Italia, por el que ingresará unos 520.000 euros en concepto del 10% de las plusvalías que los dueños de las antiguas oficinas están obligados a aportar. Así lo anunció el concejal de Urbanismo, Alfredo Sanz, asegurando que el dinero se invertirá "en otras actuaciones que requiere la ciudad".

El acuerdo completa el plan de renovación urbana de la zona suroeste del casco urbano --tras los de Alaplana, Fritta y Azuvi-- y permitirá, con la recalificación del solar a residencial que debe aprobar aún la Conselleria para iniciar las obras, urbanizar los terrenos que ahora ocupa y la construcción de viviendas, liberalizando el área de industrias.

El pacto presentado ayer por las autoridades municipales afecta a un espacio de 12.000 m, de los que 6.000 pasarán a ser dotacionales. "Habrá un jardín privado y otro público", apuntó el alcalde, Juan José Rubert. Asimismo, el proyecto "contempla la construcción de viviendas de planta baja, más siete u ocho pisos y un edificio singular de 12 plantas que, en principio, será para inmuebles, pero podrían instalar oficinas", explicó el edil de Urbanismo.

En base al convenio, el Ayuntamiento también conseguirá una parcela de 4.000 m edificables, que prevé destinar a pisos subvencionados. "Calculamos que se podrán construir unas 40 ó 50 VPO", pronosticó Rubert. Además, el primer edil remarcó que en el resto de edificaciones, como marca la ley, también se exigirá el 30% de las protegidas.

MURAL CERÁMICO Otra de las partes del acuerdo entre Ayuntamiento y propietarios es que estos se comprometen a ceder el panel cerámico de la fachada. "Buscaremos un lugar idóneo para exponerlo", dijo Rubert.