Cercana ya la fecha en que se inaugurará la exposición de la Luz de las Imágenes, aumentan los comentarios y las esperanzas de ver allí auténticas maravillas, incluidas aquellas de carácter local que, por ser de religiosas de clausura, casi si apenas ha visto nadie.

Pero, por lo que me han dicho, este tesoro, concretamente en forma de óleos, no podremos verlo. Esas maravillas pictóricas, casi todas ellas del siglo XV, son propiedad de las monjas dominicas y, hasta el momento, nadie se ha interesado por esta colección que alberga la clausura local.

Según dicen, se ha hablado con sacerdotes, con el arquitecto que parece coordinar todo cuanto afecta a la muestra y con personas del mundo del arte, pero nada. Nadie le ha dicho a las dominicas si quieren ceder temporalmente sus obras para la exposición. Y lo bueno del caso, es que ellas están deseando que se lo pidan para mostrar a Vila-real estos cuadros de tanta valía.

Es una pena. Algo completamente fuera de lógica y que no se entiende en absoluto.