Las más de tres horas del pleno de ayer también dieron para aprobar otros asuntos de importancia, como la unanimidad a la propuesta de adhesión a la carta de buenas prácticas en las administraciones locales y autonómicas por parte de todos los grupos. Y es que esta propuesta resultó ser la más polémica. De hecho, el PSOE y el Bloc acusaron al PP de no cumplir los estatutos de la carta en materia de participación ciudadana y sostenibilidad, entre otros. Y los populares reprocharon a la oposición el no respetar las buenas prácticas del escrito.

Por otra parte, el PSOE pidió que la licitación de la nueva biblioteca de Pius XII utilice los mismos criterios de contratación que el plan Estatal respecto al fomento del empleo. A este respecto, el PP argumentó que los técnicos del consistorio han emitido un informe que especifica que el 25% de los criterios de selección van encaminados a fomentar la contratación en la localidad.

En otro orden de cosas, el alcalde de Vila-real, Juan José Rubert, designó ayer al concejal de Cultura, Hector Folgado, como delegado en el consejo escolar municipal. Así, Rubert desestimó la propuesta de los socialistas de nombrar a uno de sus ediles para el cargo. Y también se negó a la propuesta del Bloc para introducir representación de los tres partidos, citando a la ley de consejos municipales de la Generalitat, que es rígida en estos aspectos.