La junta general de accionistas del Villarreal (tanto ordinaria como extraordinaria), celebrada en la tarde de ayer, sirvió para establecer el grado de salud económica del club. La asamblea constató los tiempos difíciles que corren (reflejado, sobre todo, en el resultado negativo del último ejercicio), pero también la firme voluntad por ajustarse a esta época de carestía (evidenciado por el presupuesto contemplado para la temporada en curso).

Por partes. En la 10/11, cerrado a 30 de junio, el Villarreal ingresó 84.628.000 euros y gastó 100.695.000, lo que arroja unas pérdidas de 16.067.000 euros. Es la primera vez, en la historia más reciente de la entidad amarilla, que se da esta circunstancia.

Aprobado este punto, la junta acometió el siguiente apartado: el presupuesto de la 11/12. Gracias a los ingresos por disputar la Champions y a la venta de Santi Cazorla (computada ya aquí, por haberse producido en agosto), el Submarino prevé que entren en sus arcas un total de 78.574.000 euros, en tanto que espera desem-bolsar 76.061.000, lo que arroja un benefició ligeramente superior a los 2,5 millones de euros.

Es decir, que si enfrentamos los dos ejercicios contables, hay un dato que llama poderosamente la atención: Roig contempla la reducción de gastos en cerca de un 25%, ya que los 100,7 millones de la 10/11 se convierten en 76.

Con estas previsiones, a las que hay que añadir la suscripción total de la ampliación de capital (por encima de los 139 millones, lo que significa “que lo que antes era deuda participativa, ahora es capital”, según explicó Roig), el Villarreal se ajusta a los parámetros de contención marcados.

VALORACIÓN DEL PRESIDENTE // A la conclusión de la rápida pero clarificante junta, el presidente evaluó los resultados. “Hay que apretarse el cinturón y equilibrar las cuentas, los ingresos y los gastos, pero siendo cada año más fuertes, deportivamente hablando”, dijo. Es, sin duda, su leitmotiv, pero esconde una gran dificultad. Porque se trata de reducir el presupuesto pero siendo más competitivo que la temporada inmediatamente anterior.

“La bajada del presupuesto (de 84,6 a 78,5, pero recalcando que el Villarreal gastó 100,7) es fuerte, pero el futuro económico está complicado, aunque nuestra situación cambia con la ampliación de capital”, valoró Roig. “Es un presupuesto ajustado a la situación actual”, refrendó, encaminado a que el club “tenga viabilidad económica y pueda seguir creciendo”, enfatizó.