Un total de 322 son las peñas que han registrado sus casals en el registro municipal abierto por el Ayuntamiento de Vila-real en abril del 2008, poco después de que entrara en vigor la primera ordenanza de convivencia ciudadana puesta en marcha en la ciudad en la anterior legislatura.

Una normativa que, el próximo lunes, modificará sus contenidos con la aprobación de un nuevo texto que, de no surgir ningún inconveniente, contará con el apoyo de todos los grupos políticos con representación local, al tratarse de un documento “totalmente consensuado con todo el mundo”, según asevera el concejal de Participación, Xavier Ochando, y corroboran los técnicos que han elaborado el mismo.

De la cifra de peñas registradas --que, mes tras mes, se incrementa de manera continua, especialmente en las semanas previas a los festejos patronales de mayo y septiembre--, solo la mitad están vinculadas a la Comissió de Penyes, mientras que las restantes van por libre. Estas últimas coinciden, en su mayoría, con la formadas por jóvenes que, en algunos casos, aprovechan para pasar hacer uso de los locales durante todo el año y no solo en fiestas.

Aunque no existen datos sobre la cifra de las peñas que utilizan sus locales fuera de las celebraciones patronales, fuentes municipales calculan que suponen en torno al 15% de las inscritas en el registro municipal, si bien matizan que todavía las hay que no han formalizado este trámite, por lo que están fuera de la legalidad. De hecho, en las últimas semanas, la Policía Local de Vila-real ha sancionado a los propietarios o usuarios de dos de estos locales no legalizados, mientras que a otros dos se les ha multado por reiteradas molestias.

Asimismo, las autoridades llamaron al orden a tres peñas. “Dos respondieron positivamente y una no lo hizo, por lo que se clausuró el local”, afirman. H