La corporación de Vila-real, con los votos favorables del ejecutivo cuatripartito (PSPV, Bloc, Iniciativa y EUPV) y la abstención del PP, sacó adelante ayer una serie de modificaciones presupuestarias que suman 7,1 millones de euros que, entre otras cosas, permitirán pagar los 2,8 millones de las expropiaciones de la ronda suroeste o 1,5 millones en facturas de trabajos realizados por Lubasa del 2008 al 2010, en la anterior legislatura.

El edil de Hacienda, Javier Serralvo, explicó que la incorporación de esta cifra ha sido posible “por la buena gestión del equipo de gobierno”. E indicó que, con esta partida, también se hará frente al millón de euros “que hay que pagar por sentencias a favor de los propietarios en expropiaciones de la partida del Madrigal o 150.000 euros para el centro de alzhéimer.

Por su parte, el alcalde, José Benlloch, resaltó que se destina un millón de euros a cubrir los 200.000 euros de una sentencia por la ocupación de unos terrenos para la construcción del colegio José Soriano, 390.000 euros en una estación de bombeo para la piscina del Termet “que el PP no contempló en el proyecto inicial para salvaguardar el paraje protegido” o el pago de 150.000 euros de deuda histórica al Sindicato de Riegos de Vila-real.

Por su parte, el portavoz adjunto del PP, Ignasi Clausell, argumentó la abstención de los populares en que de este montante “se queda fuera la Ciutat Esportiva Municipal”. Y acusó al cuatripartito de “tirar a la basura 470.000 euros, entre el abono de certificaciones y la indemnización a la firma, por no querer continuar las obras iniciadas por el PP la anterior legislatura”. H