La educación fue uno de los temas más discutidos en el pleno, ya que la regidora del departamento, Rosario Royo, presentó una propuesta para fomentar la escolarización equilibrada y reservar al menos tres plazas para garantizar que haya un número similar de estudiantes en todos los colegios de la localidad.

La proposición fue apoyada por los partidos del cuatripartito y rechazada por el Partido Popular, al considerar que la medida “obligará a niños que tienen una escuela junto a su casa a estudiar en otras que estarán lejanas solo porque se han de reservar vacantes”, según dijo la edila Maribel Marzà.

Por su parte, la concejala del Bloc Mònica Alvaro expuso la reclamación de su partido y la de Compromís sobre las deficiencias en los colegios y la falta de infraestructuras educativas como el cuarto instituto o la escuela oficial de idiomas.

Desde el PP se defendió la política del Consell en este área y las ayudas que se habían otorgado a cuestiones como el transporte escolar o el comedor.

No obstante, uno de los temas que generó más controversia fue la petición de la ampliación del aulario de la escuela oficial de idiomas, a pesar de que se aprobó por unanimidad. La edila Rosario Royo recordó que este recurso educativo está saturado y ha dejado sin plaza a cerca de 600 vila-realenses. También recordó que la Generalitat prometió una nueva escuela para la ciudad que no ha llegado. H