El Juzgado Contencioso-Administrativo número dos de Castellón ha ratificado la anulación de la adjudicación de las obras de la primera Ciutat Municipal de l’Esport de Vila-real que, poco antes de finalizar la anterior legislatura, aprobó el entonces equipo de gobierno del PP, liderado por Juan José Rubert. Un recinto deportivo que los populares quisieron ubicar en el camino Miralcamp, próximo a la autopista AP-7, y que el nuevo ejecutivo cuatripartito decidió modificar para levantarlo en buena parte del solar de la Bassa d’Insa, dentro del casco ubano.

Así lo anunció ayer el alcalde, José Benlloch, quien afirmó que este fallo judicial “avala la decisión que tomó este equipo de gobierno de paralizar el proyecto de ciudad deportiva iniciado por el PP y redefinir la actuación en una nueva ubicación y con unas condiciones más acordes con el proyecto ambicioso que una ciudad como Vila-real necesita”.

Y es que la resolución judicial da la razón al Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunitat, tras presentar un recurso al pliego de condiciones para la contratación del proyecto por parte del anterior ejecutivo popular en el 2010. Un recurso este que ya derivó en un auto de paralización cautelar de los trabajos que, según aseguró Benlloch, fue “uno de los muchos motivos que nos llevó a tomar la decisión de resolver el contrato y diseñar la Ciutat de l’Esport de futuro que hemos presentado a los vila-realenses este mes y que cuenta con el beneplácito de todos los sectores, excepto el PP”.

En cualquier caso, el munícipe vila-realense insistió en que, en la decisión de redefinir la actuación también pesaron otros factores, como el hecho de que “se quería construir en unos terrenos que no eran del Ayuntamiento y a los que ahora veremos qué solución le damos -en principio, el consistorio debe pagar por ellos 1,4 millones- y que, además, no contaba con accesos adecuados ni párking, estaba al lado de un futuro cementerio y cruzaba por encima una línea de alta tensión”.

Y añadió que el nuevo recinto proyectado por el cuatripartito, que se prevé licitar en una semana, “no solo no tiene estos problemas sino que, además, nos permite dar respuesta al problema histórico de la Bassa d’Insa y configurar, junto al centro de tecnificación, la ciudad deportiva del Villarreal CF o el Casal de Festes, la gran área deportiva que en verdad se merece Vila-real”. H