La baja temeraria en la oferta presentada por una empresa al concurso convocado por el Ayuntamiento de Vila-real para llevar a cabo el derribo de los antiguos juzgados ha retrasado, por varias semanas más, el inicio de las obras que servirán para dar lugar a una nueva plaza en el centro.

Así lo confirma el concejal de Territorio, Emilio Obiol, quien explica que “tras el proceso de valoración de las empresas presentadas, que ha sido un poco más largo de lo normal, el jueves tuvo lugar la reunión de la mesa para seleccionar la firma que finalmente llevará a cabo el proyecto, que será la castellonense ADC”.

Obiol detalla que “el proceso de valoración se ha alargado porque una empresa valenciana nos presentó una oferta muy interesante, pero que estaba por debajo del límite del 10% de rebaja sobre el presupuesto inicial que se estableció en el pliego de condiciones del concurso en cuestión”.

En este sentido, tal y como indica el edil, “se ha valorado toda la información correspondiente y se ha determinado, mediante informes técnicos, que la firma no disponía de la solvencia técnica necesaria para llevar a cabo una obra de esta envergadura, por lo que se ha desestimado su proposición y se ha adjudicado a ADC la realización de los trabajos”.

TRÁMITES // Una vez finalizado este trámite, el proceso vuelve a encarrilarse, con el objetivo de que las obras puedan iniciarse antes de Semana Santa, según Obiol. “Por el momento, queda comunicar oficialmente a la empresa esta decisión y empezar a pedir la documentación necesaria para preparar el acta de replanteo”, explica, “algo que no sucederá antes de tres semanas”. No obstante, asegura que “la demolición del edificio comenzará sí o sí antes de la Semana Santa, que se inicia el 2 de abril”.

El edil asegura que “se trata de un proyecto muy especial, ya que hay que derribar parcialmente un edificio pegado a un Bien de Interés Cultural como es la iglesia Arciperstal, vecino del Mercat Central, ubicado junto a viales céntricos como el Camí de l’Ermita, Bayarri y Pere III y que se desmantelará pieza a pieza”.

En este sentido, Obiol pide “comprensión y paciencia” a los vecinos por las posibles molestias de unos trabajos que podrían durar unos dos meses y medio. H