El equipo de gobierno de Vila-real, liderado por el socialista José Benlloch, descarta por ahora recuperar la tasa de basura y sufragar el coste de la gestión de los residuos urbanos con la recaudación anual del impuesto de bienes inmuebles (IBI). Y ello pese a que los costes de tratamiento que tienen que abonarse a Reciplasa se han incrementado desde el 2012 en unos 400.000 euros y la previsión apunta a que la ciudad abonará casi 1,7 millones en el 2017.

Así lo aseguró ayer el portavoz del equipo de gobierno, Javier Serralvo, quien admitió que sí que se planteó en el seno del ejecutivo local, aunque finalmente consideraron «que era mucho más equilibrado mantener este apartado dentro del IBI», concretó.

Es por ello que el edil defendió el aumento de este impuesto en un 9,5% para el 2017. Una subida que, insistió Serralvo, «no solo servirá para hacer frente al mayor coste de gestión de las basuras sino también para abordar los pagos que cada año hay que realizar por los empastres urbanísticos del anterior equipo de gobierno del PP», señaló.

«A pesar de los golpes que sufrimos día a día por culpa de la gestión de los populares, no podemos bajar la persiana y seguimos adelante, ajustando el presupuesto y actuando de manera responsable, como hicimos a mediados de este año, cuando decidimos poner en marcha un plan de ajuste para poder llegar a final de año, teniendo en cuenta la carga que tenemos que soportar por las sentencias urbanísticas», añadió el portavoz del ejecutivo.

DESLEALTAD // Asimismo, Serralvo acusó al PP y, en especial, a su portavoz, Héctor Folgado, de «mentir para confundir a la ciudadanía con el aumento del IBI», así como de «poner palos a las ruedas para decir que esto no funciona y que todos somos iguales, algo que la ciudadanía ya sabe que no es cierto».

El concejal socialista se refirió también a la «deslealtad» de los populares, en especial, en relación a sus críticas por la compra del Gran Casino. «Cuando hablamos con todos de esta adquisición, el PP se mostró de acuerdo e, incluso, hablaron con los propietarios; y ahora critican la adquisición», aseveró. H