La Comunidad de Regantes de Vila-real alerta del creciente problema que generan los árboles existentes junto a la Séquia Major, como consecuencia del crecimiento de sus raíces, pues generan importantes grietas y roturas del caixer --paredes laterales y solera-- de este canal que cruza de norte a sur el casco urbano vila-realense.

En concreto, el tramo más afectado es que discurre desde el cruce de la avenida França con la calle Pintor Gumbau hasta el jardín de la Glorieta 20 de Febrer. «En este espacio hay algunos puntos en los que se da un mayor deterioro de los muros de la acequia a causa de las raíces», explican desde el Sindicato de Riegos.

Unos daños que, como señalan desde esta entidad vila-realense, se traducen en la aparición de grandes grietas «por las que se filtra el agua que discurre por la canalización y que en ocasiones va a parar a bajos o sótanos de edificios». Además, las mismas fuentes informan de que, aunque sin concretar cifras, el gasto en reparaciones por este problema «es bastante importante».

ESPECIES

La especie arbórea que provoca una mayor problemática, debido al rápido crecimiento de su entramado radicular, es la conocida como brachichiton o árbol botella, cuyos efectos negativos en aceras, calzadas e incluso casas son sobradamente conocidos. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento ha ido sustituyendo paulatinamente los que se plantaron hace aproximadamente una década en la calle Ermita, precisamente por los daños que causaban en el pavimento público y en varias viviendas, donde sus raíces invadieron casas, hasta el extremo de arrancar el alicatado de algunas paredes.

Con todo, los desperfectos no solo se ciñen a la Séquia Major sino que también afectan al pavimento del Passeig Solades y a algunos de los puentes que salvan el canal de riego urbano. Y es que tanto regantes como vecinos advierten que el abombamiento y la rotura de algunos puntos de la acera puede llevar a tropiezos y accidentes entre los peatones.

En cualquier caso, el departamento de Servicios Públicos que encabeza el concejal Francisco Valverde ya ha actuado, tanto en esta zona como en la calle Ermita, de manera que se van sustituyendo los árboles brachichiton que evidencian un claro daño en infraestructuras y se cambian por otras especies con un crecimiento más moderado.