El Consorci del Millars ha realizado un inventario de todos los olmos de la parte baja del río, con la finalidad de determinar el grado de afección de la plaga de la galeruca, un insecto que se alimenta de sus hojas, lo que provoca defoliaciones casi completas en verano. Si la acción se repite varios años seguidos, puede provocar la muerte de los ejemplares. La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente encargó este estudio para emprender un tratamiento que evite mayores afecciones en el citado paraje.

El análisis consta de cinco zonas diferentes. En las inmediaciones del Termet de Vila-real el impacto es bajo; mientras que en entornos como Santa Quitèria, en Almassora, o la olmeda de Santa Bàrbara de Burriana la presencia resulta más elevada. Con estos resultados se acometerán las medidas a efectuar próximamente.

El ciclo biológico de estos insectos comienza en primavera y es en verano cuando las larvas comienzan a comer las hojas.