Un total de 200 jóvenes --en los turnos de la mañana con edades comprendidas entre ocho y 13 años, mientras que el horario vespertino estuvo reservado para los mayores de 14-- disfrutaron ayer de una terrorífica y divertida propuesta de Halloween en el Espai Jove de Vila-real, convertido en un purgatorio para que los asistentes, al superar las pruebas, «pudieran expiar sus pecados». Desde la organización, Judit García, explicó que la actividad combinó características propias de una escape room y de un túnel del terror.

Una de las cinco pruebas era la «típica» de las salas de escape. Los asistentes tenían que estar atentos a la explicación inicial para saber qué debían encontrar en unos recipientes llenos de uñas, ojos o corazones. En otra, los componentes del grupo se dividieron para ir a dos espacios iguales excepto por la iluminación: una roja evocando al infierno y otra azul, el cielo. «En este caso, los chicos debían trabajar en equipo, ayudarse, porque cuando salían debían poner ideas en común ya que, lo de una sala servía para la otra y viceversa», indicaron los impulsores del circuito del terror.

La prueba final para resarcirse de sus pecados era enfrentarse a la soberbia. Un famoso actor que en vida despreciaba al resto al sentirlos inferiores solo podía mantenerse con la interpretación de otros actores así que, si el grupo de jóvenes superaba la calidad en su improvisación, quedaba libre.

Los promotores de la escape room, acorde a la edad de los participantes, regularon el nivel de miedo pese a ser un planteamiento prácticamente idéntico. Por ejemplo, indicó García, en una de las pruebas de mayores, el intérprete cogía una motosierra, no así en las sesiones matutinas.

La propuesta se realizó acorde a las medidas sanitarias que exige la actual situación. Los grupos eran de máximo seis personas, dentro de la actividad debían respetar las distancias de seguridad, la entrada y la salida de la yincana estaban distanciadas y también se reforzó la limpieza.

Este tipo de propuestas, dijo García, «son importantes para sacar a los jóvenes de casa con actividades dinámicas, divertidas y con las que aprendan».