Vila-real cederá por seis meses a la Conselleria de Agricultura el albergue municipal Mare de Déu de Gràcia, ubicado en el paraje del Termet, para poder alojar allí a los temporeros agrícolas que pudieran necesitar un aislamiento al contagiarse por covid-19.

De esta manera, la junta de gobierno local materializará la próxima semana el ofrecimiento realizado en verano por el alcalde, José Benlloch, a la consellera Mireia Mollà, para poner a disposición de la Generalitat todos los recursos al alcance del consistorio en la lucha contra el coronavirus. La Administración autonómica asumirá el equipamiento necesario y la manutención de los hospedados.

La cesión por medio año de esa infraestructura afectará también a las previsiones de rehabilitación del recinto, de manera que el convenio acordado con la Diputación para el acondicionamiento del inmueble contemplará una ayuda inicial de 180.000 euros, que completarán hasta los 360.000 euros a lo largo del ejercicio 2021.

«Nuestra prioridad en estos momentos es la lucha contra el virus, poniendo todas las energías y recursos a nuestro alcance a disposición de las autoridades competentes. Ya lo hicimos con la cesión del centro de tecnificación deportiva como hospital auxiliar al de la Plana, y lo volvemos a hacer ahora, con el albergue como solución residencial en el caso de temporeros agrícolas que pudieran requerir aislamiento por el covid-19», explica Benlloch.

De hecho, Vila-real fue el primer municipio de la Comunitat en poner a disposición de la Generalitat un espacio para el alojamiento de temporeros durante la campaña citrícola, tal como destacó Mollà, en su visita del 15 de septiembre a Vila-real para comprobar las condiciones del inmueble.

El acuerdo, bajo la fórmula de cesión de uso en precario, tendrá una duración inicial de seis meses y contempla el equipamiento y gastos de manutención de los alojados a cargo de la Conselleria.

EN ‘STAND BY’ // El acuerdo alcanzado ahora con la Conselleria de Agricultura para el uso de este edificio del Termet hará que durante medio año no puedan emprender «las obras para su rehabilitación, mejora y eficiencia energética acordadas con la Diputación», explica el munícipe. Y añade: «Por eso trasladé al presidente José Martí que, de momento, no necesitamos todo el dinero del proyecto para licitar las obras».

Benlloch recuerda que también están tramitando el expediente de renuncia de la segunda fase del Molí la Vila. «Por estos motivos, acordamos que el presupuesto incluirá 180.000 euros ahora y, en el primer trimestre del año y con la devolución del Molí la Vila, se completará la dotación para licitar un proyecto que también estamos mejorando», añade. En total, la aportación provincial para esta actuación será de 360.000 euros en el 2021.

El primer edil vila-realense insiste en que el albergue municipal es una intervención en la que tienen puesta «una especial ilusión, aunque la situación económica del Ayuntamiento, por los pagos urbanísticos y el endeudamiento heredado del PP, sumadas a otras dificultades que se han presentado y, posteriormente, la irrupción de la pandemia», han impedido que hayan «podido desarrollarlo hasta ahora».

Aun así, Benlloch afirma que «Vila-real es una ciudad solidaria». «Somos especialmente sensibles con la situación de los agricultores y los temporeros, un colectivo particularmente vulnerable. Nuestra prioridad ahora es la lucha contra el coronavirus», dice.