La sonrisa de la guerrera Zoe consiguió hacer realidad lo que parecía inalcanzable: que su familia reuniera los 172.000 euros necesarios para poder operar a la pequeña en el Boston Children’s Hospital para corregirle la cardiopatía con la que nació ya que en España nadie les dio esperanzas a largo plazo.

Pero aunque lo que parecía más complicado ya se ha conseguido, pagar a tiempo la intervención --«y gracias porque de haber intentado hacer la transferencia por Internet el día 10 (hoy se cerraba el plazo), no hubiéramos podido porque no me dejaba hacer un movimiento de tanto dinero desde casa», explica la madre de Zoe, Laura Branchadell--, todavía falta un aspecto fundamental: un permiso de la embajada para que no tengan problemas para entrar en Estados Unidos. Trámite que Laura realizó el 15 de diciembre y que «suelen contestar en 10 días pero del que todavía no tenemos respuesta -a fecha del pasado viernes». Incluso la edila del Ayuntamiento de Vila-real, Miriam Caravaca, vecina del barrio donde reside la familia les está ayudando a conseguir este documento que podría retrasar un mes la operación en caso de no llegar a tiempo. Y es que el día 19 deben partir hacía Boston para permanecer un máximo de un mes y medio, según sea el posoperatorio de la pequeña guerrera que «tiene miedo a los médicos», explica Laura, tras tantas visitas. El 21 tendrían una consulta con la coordinadora y en las jornadas siguientes vendrían el resto de pruebas previas a la operación fijada el 27.

Los vuelos, los pasaportes y el DNI de Zoe, el visado e incluso el alojamiento -la idea es quedarse en un hotel a unos 15 minutos del hospital entre los que existe un convenio para acoger a familiares y pacientes- están ya claros. Solo falta el ansiado permiso.

Todos a una

Un imposible, reunir 172.000 euros en poco más de un mes, que se hizo posible y casi en tiempo récord gracias a la implicación de personas anónimas, entidades sociales o vecinales, comercios y empresas de Vila-real pero también de otros puntos de la provincia y de la zona de Aspe, de donde es el padre de la pequeña, Abel Prieto. Incluso han habido aportaciones de Francia o Reino Unido. La madre de Zoe sigue abrumada por la respuesta conseguida. «Cuando lanzamos la campaña esperaba uno o dos «Me gusta» en redes», asegura Laura que avanza la intención de crear una fundación de cara a la segunda operación.