Botes de pintura o barniz, pinceles, telas, balas de paja o pistolas de silicona son estos días elementos comunes en el almacén donde los voluntarios de Joventut Antoniana de Vila-real ponen a punto las siete carrozas --la del portal, la de los pastores, la de Herodes, la estrella y las de Melchor, Gaspar y Baltasar-- que el próximo 5 de enero, si nada lo impide, desfilarán en la cabalgata de los Reyes Magos. La situación sanitaria actual llevará a prescindir de la infantil.
Albert Arrufat, uno de los presidente la entidad organizadora de este desfile de magia e ilusión que alcanzará su 94º aniversario en 2022, el segundo más antiguo de la Comunitat Valenciana (solo por detrás del de Alcoi), explica que estos preparativos de las estructuras que llevarán a los protagonistas de la noche más mágica del año es «una cuestión que pasa de generación en generación».
«Estamos donde estamos gracias a la suma del saber, la ilusión y las ganas de muchas personas y quienes vengan después seguirán haciendo sus aportaciones». En los últimos años, por ejemplo, han incorporado innovaciones técnicas en aspectos como la iluminación con leds.
Arrufat también tiene palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento, que les cede la nave para guardar las carrozas (las bases también se las presta el consistorio), lo que evita tener que desmontar y montar cada año, un importante ahorro de tiempo. Aun así, ya a principios de octubre, o incluso antes, los voluntarios inician un trabajo que se intensifica en los días previos.