Vila-real no entiende sus fiestas patronales de Sant Pasqual sin el homenaje a quienes han dado su vida porque la ciudad avance a pesar, en muchos casos, de las dificultades que salen en el camino.
Unos festejos más, la capilla del Cristo del Hospital acogió la tradicional misa dedicada al copatrón de Vila-real, en la que no faltó la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Benlloch; y la reina de las fiestas, María Carmona y las damas de su corte.
Posteriormente, en el recinto del Convent Espai d’Art, anexo a la capilla del Cristo del Hospital, se homenajeó a la vecina y el vecino de mayor edad. En este caso, fueron Vicentica Usó, de 101 años y natural de les Alqueries; y Salvador Sifre, de 98. Desde que nacieran en 1921 y 1923, respectivamente, han sido testigos de grandes acontecimientos, pero también de episodios de la historia de Vila-real, muy probablemente las penurias de la guerra civil y la posguerra han forjado unas vidas caracterizadas por el trabajo y el sacrificio para sacar adelante a quienes les siguieron detrás.