El pleno del Ayuntamiento de Vila-real abordará en su sesión ordinaria del martes una propuesta de la alcaldía para reclamar el soterramiento de las vías ferroviarias a su paso por la ciudad. La petición se sustenta sobre un argumento central: la barrera que supone el trazado del ferrocarril a lo largo de 2,5 kilómetros, restando oportunidades de desarrollo y de crecimiento sostenible y ordenado para hacer realidad el proyecto de la nueva Vila-real del siglo XXI, además de ocasionar graves problemas de inundabilidad. Asimismo, la propuesta alerta de la discriminación que supone para Vila-real no contar con un trazado soterrado, a diferencia de otras ciudades valencianas.

Como ya adelantó Mediterráneo el pasado 9 de agosto, la propuesta del munícipe insta “al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) del Gobierno de España, a que tome en consideración, estudie e inicie un proyecto para emprender de forma racional, técnica y económicamente sostenible, el soterramiento de las vías ferroviarias a su paso por la ciudad de Vila-real”.

Soterramiento de las vías

Asimismo, también se insta “a la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad (CPTOM) de la Generalitat Valenciana para que, dentro de sus marcos competenciales, asuma la propuesta para emprender el proyecto de soterramiento de las vías ferroviarias en Vila-real”.

Finalmente, el documento solicita a ambos gobiernos que “inserten esta propuesta de emprendimiento de soterrar las vías ferroviarias a su paso por Vila-real, de alcance largoplacista, en los nuevos y actuales escenarios financieros de la UE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, en el marco del Plan de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) para hacerla realidad”.

Otra realidad diaria adversa

Tal y como recoge el documento, “desde hace siglo y medio, el ferrocarril tiene también otra realidad diaria adversa para Vila-real: una contundente barrera continua de 2,5 kilómetros de longitud que se presenta como altamente insalvable al existir sólo un paso subterráneo, un estrecho paso elevado y una ominosa e inútil pasarela metálica que a la altura de la estación avergüenza a propios y extraños”.

Este talud que ejerce como dique de contención, además de ser motivo de una importante problemática de inundabilidad en diferentes zonas del casco urbano, supone también un freno al potencial y las oportunidades de desarrollo y expansión del municipio.

Condicionamientos

Así, desde el equipo de gobierno recuerdan que “el trazado amenazante del ferrocarril para con la ciudad no puede condicionar las nuevas realidades de progreso puestas recientemente en marcha en infraestructuras y equipamientos como la reactivación del polígono industrial de la CV-20 (nuevo clúster de la innovación cerámica), el proyecto de la estación intermodal para el sector cerámico, la ronda Suroeste, o las dotaciones del proyecto de Ciudad de la Salud y el Deporte”.

La petición del soterramiento de las vías también toma como argumento “la fuerza de la ciudad como prestadora de servicios comarcales para el ámbito del sur provincial” así como en el “hecho contrastado de acoger las tres primeras empresas cerámicas del sector en España (Porcelanosa, Pamesa y STN)”. Además, incide en la relevancia de la “geolocalización de Vila-real, en el corazón de la comarca de Plana” ya que la supresión de la barrera que suponen las vías “multiplicaría los efectos de su renta de situación al emplazarse justo en el mismo eje central del Corredor Mediterráneo”.

El AVE por Vila-real

Del mismo modo, se argumenta que “el futuro trazado ferroviario del AVE por Vila-real va a significar una nueva pared que se añadirá a la actual plataforma del ancho ibérico, estando ambos trazados apenas separados por unos 300 metros”.

La propuesta también advierte de la discriminación respecto a otras ciudades de la Comunidad que sí han podido eliminar sus trazados ferroviarios intraurbanos y recuerda que “Vila-real no es más que nadie, pero tampoco menos que nadie”. Y concluye que “es momento de pensar de modo ambicioso” para “abordar con garantías la nueva Vila-real del siglo XXI” y “abrir la ventana del desarrollo en el lado este del municipio para explorar así las oportunidades socioeconómicas que la ciudad puede y saber crear”.