Crear un ecobarrio en el entorno del futuro parque fluvial del Millars, uno de los proyectos estrella que el Ayuntamiento de Vila-real ha incluido en el listado de acciones de la Agenda 2030 y que, como indicó en su presentación el alcalde, José Benlloch, se pretende llevar a cabo con la aportación de los fondos europeos.

Según explica a Mediterráneo el primer edil vila-realense, el ecobarrio en cuestión es una iniciativa que «está en ciernes y que todavía tiene que desarrollarse» en el marco del avance de la Agenda 2030 que se elabora con la colaboración de la sociedad cicil. Se trataría, en concreto, de generar una zona de viviendas en el entorno del Molí Nou que se nutriría, entre otras cosas, de energías renovables y con depuradora propia para reutilizar las aguas tratadas.

Esta es también una de las propuestas que se debatirán en próximos foros ciudadanos y también en el marco del proyecto piloto Missions 2030, en el que la ciudad participa junto a otros cinco municipios de la Comunitat, con Onda también como localidad de la provincia de Castellón, para la detección de retos de innovación a nivel local para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Una acción que ayer se escenificó en la Biblioteca Universitària del Coneixement (BUC), con una primera jornada de participación que, bajo el lema La nueva Vila-real del siglo XXI: hacia una ciudad neutra, abordó la necesidad de que la sociedad civil aporte ideas para lograr el reto de reducir las emisiones de CO2 en la ciudad un 55% en los próximos ocho años.

El alcalde Benlloch y el concejal de Innovación, Eduardo Pérez Arribas, explicaron las líneas maestras del proyecto Missions 2030, pilotado por Las Naves de València, un programa de acompañamiento para orientar a los municipios de la Comunitat en misiones innovadoras y en el que también están implicados la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de la capital del Túria.

Medidas

Pero para lograr ese objetivo de reducción de las emisiones de CO2 con el horizonte del año 2030 será necesario tomar una serie de medidas y llevar a cabo diferentes actuaciones para minimizar, de manera especial, el impacto en la atmósfera de los vehículos que, aun mayoritariamente, circulan por la ciudad utilizando combustibles fósiles.

En este contexto, Benlloch apuesta por impulsar la presencia de vehículos eléctricos, a través de incentivos como los que ya se aplican en el municipio con la reducción del impuesto de circulación, pero también con la generación de más espacios peatonales, que se añadirían a los ya existentes en algunos puntos del casco urbano, como es la zona centro, la de mayor concentración comercial.

Futuros párkings disuasorios

José Benlloch incluye entre las acciones a impulsar para alcanzar el objetivo marcado de reducir las emisiones a la atmósfera de CO2 en la ciudad un 55% en los próximos ocho años la realización de aparcamientos disuasorios y fomentar el uso de los vehículos de movilidad personal (patinetes eléctricos), con la regulación necesaria y el transporte público, teniendo en cuenta que Vila-real cuenta desde finales del 2018 con dos líneas de autobús gratuitas.

En cuanto a los párkings disuasorios, la ciudad cuenta con alguno, como el que se emplaza en la reciente urbanización del entorno de la antigua nave de Herarbo. Aun así, se proyectan otros en las proximidades del Estadio de la Cerámica o Carrefour, de los que informó Mediterráneo en julio del 2021.