Vila-real agregará 55 metros cuadrados de pabellón cubierto en el albergue del Termet

Verano del próximo año 2024. Esta es la previsión que maneja el Ayuntamiento de Vila-real para reabrir el albergue Mare de Déu de Gràcia, ubicado en el paraje natural del Termet, teniendo en cuenta que acaban de arrancar las obras de su ampliación y mejora que, en principio, tienen un plazo de ejecución de seis meses.

El concejal de Territorio, Emilio Obiol, ha presentado in situ la intervención en este edificio municipal, junto a los arquitectos que han elaborado el proyecto, el vila-realense Pau Batalla y su socio Miguel Martínez, quienes han explicado las características de los trabajos que acaban de iniciarse.

El edil Obiol se ha referido en especial a la ampliación del recinto, con la habilitación de un pabellón acristalado de 55 m² que se erige como la niña bonita del proyecto y que permitirá realizar actividades, tanto por quienes utilicen el albergue como tal como por entidades que busquen llevar a cavo un evento de pequeño forrmato en este entorno natural.

«Esta es una actuación que supone una inversión de unos 503.000 euros --360.000 financiados por la Diputación y el resto por el Ayuntamiento-- y dignificará un espacio muy utilizado, a la vez que permitirá ganar nuevos usos para el albergue», ha afirmado el concejal, quien ha agradecido la labor de los arquitectos y también a la empresa adjudicataria, Construcciones Rafael Zarzoso, «su predisposición y colaboración para hacer realidad un proyecto que nos ha costado mucho esfuerzo sacar adelante por los contratiempos en las licitaciones», en referencia a que los concursos quedaron desiertos en tres ocasiones y en otra la propuesta resultó fallida.

Un inmueble singular

Obiol ha incidido en que en la rehabilitación se apuesta por mantener la singularidad del inmueble, que proyectó el arquitecto Eugenio Cendoya en 1930 como parte de un gran proyecto que planteaba urbanizar lo que ahora es el paraje del Termet, construyendo viviendas, áreas de ocio, piscina e, incluso, un gran estadio olímpico.

Por su parte, el arquitecto Pau Batalla ha hecho hincapié en que el proyecto, «que se acomete en el lugar más bonito de Vila-real y uno de los mas bellos de la provincia, introduce el pabellón acristalado que permitirá convertir este albergue en un espacio del siglo XXI», manteniendo su esencia.

Asimismo, Batalla ha detallado que “la idea del proyecto es devolver el edificio a la actividad y a la actualidad”. El elemento más destacado es el pabellón frontal que toma los arcos de los dinteles de las ventanas como referencia para proyectar un espacio cubierto con bóvedas catalanas y acristalado que ampliará la superficie cubierta del albergue y que serviría como espacio multiusos con una superficie de 55 metros cuadrados. También se reurbaniza todo el entorno y se pone en valor la cara norte del edificio que mira al río y que cuenta con un amplio espacio exterior.