El Villarreal subió ayer la persiana de la tercera fase de la campaña de abonos, ya abierta a socios que no lo eran pero también a los que desean cambiar de ubicación en el Estadio de la Cerámica, con unas kilométricas colas que nadie recordaba. Precisamente, esta combinación fue la causa principal no solo del elevado número de aficionados que se dieron cita a las puertas del Gran Casino Vila-real (y mucho más allá, incluso, del acceso principal al ayuntamiento), sino también de las demoras a la hora de realizar los trámites, que deben hacerse presencialmente.
A las cinco de la mañana llegó el primero a las puertas del edificio que, por las obras del estadio, se ha convertido en el punto principal de la campaña de abonos de esta temporada. Sin embargo, más de dos horas antes del arranque de la jornada, el número de personas era ya considerable. Y lo fue siendo durante prácticamente todo el día, incluso a las horas centrales, bajo un calor sofocante y temperaturas que superaron con holgura los 30º, lo que provocó algún que otro mareo y desmayo.
Hay que tener en cuenta que mientras la renovación de un pase es un trámite relativamente ágil, pero no sucede así ni para el socio de nuevo cuño (muchos de ellos, conscientes de que si tenían la intención de abonarse la próxima temporada, iban a obtener un importante descuento si ya se afiliaban para la 2022/2023), ni tampoco para los que cambian de asiento, muchos impulsados por la nueva configuración de La Cerámica con motivo del vigente proceso modernizador del recinto, que estará acabado justo para el último encuentro del 2022 (lo que provocará que cinco partidos ligueros, más el de la eliminatoria previa de la Conference League y los tres de la previsible fase de grupos, se disputen en el Ciutat de València).
En definitiva, una combinación de factores que sorprendió a todo el mundo y que dejó imágenes de centenares de aficionados groguets haciendo cola para hacerse con su carnet del Villarreal durante todo un 3 de agosto.
Más de 16.000
Precisamente, el club había anunciado el martes, cuando cerró la segunda fase de la campaña (renovaciones normales y cambios de ubicación por los directamente afectados por las obras), que ya había superado los 16.000 socios, una cifra similar a la de las últimas temporadas, lo que le permite aspirar a llegar a los 18.000, unos registros que también forman parte de las expectativas generadas.
